lunes, 27 de abril de 2009

Nuestro artículo de esta semana en www.americaeconomica.com


EL NUEVO MODO

ESTA SEMANA

Santiago José Guevara García
(Valencia, Venezuela)
sjguevarag@gmail.com


Por la necedad política de negar la realidad y la finalidad de meternos gato por liebre con los fines económicos gubernamentales, los venezolanos todos –excepto la cleptocracia dominante- estamos y seguiremos pagando un múltiple costo frente a las crisis (sí, doblemente en plural).

Comienzo por insistir en lo último: cuando estalla la actual turbulencia económica global, ya Venezuela estaba en crisis. Disimulada por las cifras crecientes de liquidez y el discurso populista imperante, pero con severos problemas económicos: estructurales y de estabilidad. Al llegar el problema global, el régimen se empeñó en un manejo manipulador, de acuerdo al cual estábamos “blindados” frente a la situación. De toda evidencia, como veremos, nada más alejado de la realidad.

Precisamente esta semana, el FMI, en su informe “Perspectivas Económicas”, nos sitúa, junto con México, como los dos países al sur del Río Grande más afectados por las turbulencias. Demostración de la burda mentira oficial y de que la particular crisis venezolana contiene, en realidad, más de una: la global y la más preocupante, la resultante de la nefasta práctica económica gubernamental; a su vez, con dos componentes: el modelo orientador y la pésima dirección. Los tres, con costos diferenciados.

Aún más, podemos plantear, con toda autoridad moral, que desde el año pasado –octubre, al menos- veníamos manejando la conveniencia de adelantar una iniciativa multipropósito de uso del financiamiento externo para capear el temporal y ahorrarnos costos. Lo decíamos mientras la calificación crediticia no había caído a los vergonzosos lugares en que ahora se encuentra. Y agregábamos que parte de la iniciativa debía conducirse por la vía de los multilaterales y similares. A comienzos de diciembre, las agencias calificadoras nos ubicaban dos niveles por debajo del grado de inversión. Hoy, estamos peor.

En nuestro “Plan Especial Anti Crisis para Venezuela”, incluimos un enunciado que rezaba: Ingeniería política y financiera para mejorar la posición crediticia internacional y usar los mercados de títulos públicos como contención principal de la crónica inflación interna; para lo cual, recomendábamos: la moderación de discurso político y anti sistema internacional; la declaratoria del fin de las estatizaciones; el uso de la información sobre recompra de deuda para precisar, si existente, la situación favorable frente a los deudores; limitación de los apoyos a emisiones de países con bajo perfil de rendimientos; la ingeniería financiera para mejorar rendimientos nacionales y la definición de un programa de emisiones con base en Ley Paraguas especial. Nada se hizo. Todo lo contrario. Hoy, estamos en los sótanos del mercado crediticio mundial. Y los venezolanos, pagando el costo de la negligencia oficial.

Pues sucede que también esta semana, luego de la reciente reunión del BID en Colombia, se anuncia un programa amplio de financiamiento anticrisis de un pool de agencias financieras multilaterales. Era previsible. Pero el gobierno tomó el camino costoso del endeudamiento interno. Y mantiene su discurso y su práctica anti sistema. Veamos, ahora, después de los devaneos amorosos de Chávez con Obama, cuál será el manejo oficial. Sin embargo, me atrevo a anticiparlo. El recurso al mercado crediticio interno esconde manejos inconfesables.

Finalmente, la geopolítica “global” se le complica a Chávez y su régimen militarista. Muy en contra del discurso fabricado por sus asesores cubanos, el mundo, incluido Obama, comienza a ver la desnudez del reyezuelo: además de las “gaffes” en Doha y Teherán, no hay nada concreto, en resultados, de las idas a Tokio y Pekín. Y faltaba aún el show mediático de Trinidad.

Pero no sólo eso. Ya había arrancado lo que llamamos un “juego estratégico” entre EEUU y Cuba, que marca, esta semana, la opinión (¿o certeza?) de la Secretaría de Estado norteamericana sobre la finalización del régimen cubano. ¿Qué será del Chapulín Colorado sin su amado Fidel? (ver nuestras notas en http://nuevapoliticademocraticanacional.blogspot.com)

Economía pésimamente calificada; manejos externos convenientes rechazados, junto con “soluciones” internas doble o triplemente inconvenientes y entorno internacional contrario a las pretensiones geopolíticas, son las situaciones de esta semana. Preguntamos: ¿sigue la revolución chavista “a paso de vencedores”?

1 comentario:

  1. Nos complace observar la diferencia de criterios respecto al proceso iniciado por EEUU en sus relaciones con Cuba. Los sectores afectos al castrismo de vieja onda y el chavismo insisten en su vieja posición (inmoralidad, imperialismo, intervención, etc.). Diversos sectores -entre ellos, nosotros- insisten en la necesidad de la visión estratégica del proceso y de la presencia de diversas partes interesadas, entrec las cuales, Venezuela.

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